Se materializa la adquisición de la unidad productiva de Conservas Iglesias en liquidación dando continuidad a la actividad y a los puestos de trabajo de la plantilla.
Conservas Rías Baixas 1907, regentada por la familia Cachero, ha materializado la compra sobre la unidad productiva de Conservas Iglesias.
La operación de adquisición de la unidad productiva por 500.000€ incluye las marcas ‘Iglesias’, ‘Portonovo’, ‘Delsol’ y ‘Areamilla’; y los recintos industriales en las localidades lerenses de Moaña y O Porriño.
Aparte de la suma indicada, la familia Cachero ha asumido como parte del precio el compromiso de hacer frente a la deuda de 144.000€ que Conservas Iglesias mantenía con la Seguridad Social.
De igual modo, conservará los 80 puestos de trabajo que la sociedad extinta reunía entre la fábrica y el almacén y se subrroga en las obligaciones hipotecarias de las citadas instalaciones.
Conservas Rías Baixas 1907 S.L. se constituyó como empresa exclusivamente para llevar a cabo esta adquisición para fabricar, comercializar, importar y exportar todo tipo de conservas.
Viabilidad de la actividad
Las estimaciones iniciales consistían en aumentar la plantilla un 10%, alcanzar la facturación anterior en un periodo de cuatro años -crecimiento anual del 8%- y potenciar la producción.
Asimismo, los nuevos dueños contemplan incrementar la capacidad de cocción de túnidos y una mejora en el sistema de depurado en línea en Moaña.
En O Porriño, por su parte, no consideran llevar a cabo cambios sustanciales, ya que las 1.800 cajas/día sobrepasan el objetivo de producción.
Sin embargo, el trabajo de la compañía durante todo el proceso concursal y la posterior liquidación han elevado estas previsiones y esperan cerrar el presente ejercicio con una facturación de 9 M€. Ello supondría aumentar en más del 70% sus ventas respecto a 2017 (5,2 M€).
Conservas Iglesias solicitó concurso de acreedores en mayo de 2017, tras varios parones periódicos y a raíz de la falta de financiación para continuar con su actividad.
Con anterioridad a la solicitud de concurso voluntario, procesaba alrededor de 2.000 toneladas al año.