GAULA Abogados en Directivos & Empresas | Alternativas al concurso de acreedores

Alternativas en un concurso de acreedores para mantener viva la actividad:

¿Qué es el concurso de acreedores?

El concurso de acreedores es un procedimiento judicial que tiene lugar cuando una sociedad no puede hacer frente a la totalidad de los pagos que adeuda.

Su utilidad radica en la capacidad de mantener viva la actividad empresarial. Para ello, es necesario que exista una estrategia definida y la suficiente antelación por parte de los gestores de la compañía endeudada.

¿Qué alternativa representa en la práctica la solicitud de un concurso de acreedores para la empresa insolvente?

Para responder a dicha cuestión es necesario definir un aspecto clave del derecho concursal práctico:

¿Qué es una unidad productiva?, y ¿En qué consiste su venta dentro del concurso de acreedores?

Entendemos como unidad productiva al conjunto del negocio. Dicho conjunto lo compone todo lo que necesita la empresa concursada, el conjunto de recursos tanto materiales como inmateriales, para llevar a cabo su actividad.

La transmisión de una unidad productiva en el marco de un procedimiento concursal es a día de hoy la mejor opción para empresas con problemas financieros.

Es habitual que las sociedades o las empresas hayan adquirido un endeudamiento que está lastrando la viabilidad del negocio.

El negocio en sí puede ser viable, pero si la sociedad que lo está explotando mantiene un endeudamiento excesivo, estará abocada a fracasar si no consigue renegociar o reestructurar su deuda.

Para rescatar la actividad, se lleva a cabo la transmisión de la unidad productiva a través de un inversor que adquiere dichos recursos liberando así al negocio de las deudas que arrastra.

Es necesario por tanto distinguir entre la sociedad (SL o SA) que es la que realmente tiene las deudas, y el negocio como tal.

Empresas tan reconocidas como CacaoLat se mantuvieron a flote gracias a esta figura jurídica.

Crece el interés por las empresas con estrés financiero

En la actualidad existe un interés creciente en la adquisición de empresas que se encuentran en una situación de estrés financiero.

Puede tratarse de actividades viables atrapadas en el sobreendeudamiento adquirido por la sociedad que actualmente explota dicha actividad.

Internacionalmente, este mecanismo jurídico tiene mucha más aceptación y su implementación es recurrente. En España, sin embargo, se ha dado prioridad a la figura del convenio de acreedores.

La realidad es que, en la práctica, son pocos los casos en los que se alcanza un acuerdo con los acreedores que permita la supervivencia de la actividad empresarial a largo plazo.

El concurso de acreedores es un procedimiento muy amplio, con muchas derivadas, y ciertamente complejo.

También puede conducirse a la venta de la unidad productiva a través de la inversión de un tercero que dote de continuidad a la actividad empresarial dejando atrás tanto el endeudamiento financiero como el endeudamiento tributario.

Un procedimiento concursal puede conducirse hacia la obtención de un convenio de acreedores, a la liquidación completa de la empresa y cierre, o hacia la venta de sus activos de forma aislada.