La quiebra de Thomas Cook golpea al sector turístico

La quiebra de Thomas Cook amenaza millones de viajes anuales a España

Tras la noticia de la suspensión de pagos del grupo turístico más antiguo del Reino Unido, los gobiernos británico y alemán procuran organizar la repatriación de 600.000 turistas del grupo.

El consejo de administración de Thomas Cook ha decidido iniciar el proceso concursal de la compañía con vistas a su liquidación, al no poder afrontar las demandas de sus acreedores para reforzar su liquidez de manera urgente. Todas sus reservas han sido canceladas y sus puntos de venta cerrados.

Quedan en el aire unos siete millones de viajes que el grupo organiza cada año principalmente con destino a Canarias y Baleares, a través de su agencia de viajes y su aerolínea.

El impacto a corto plazo, a las puertas de la temporada invernal, se centra en los alojamientos en Canarias que tienen reservadas habitaciones para clientes de Thomas Cook. Los contrato de 2020, sin embargo, aún no estaban firmados.

La empresa británica también gestionaba de forma directa algunos hoteles en España.

Falta de liquidez

La quiebra de Thomas Cook se produce después de que la empresa no encontrara la liquidez solicitada por sus acreedores para suscribir un plan de reestructuración del grupo.

Se espera que los accionistas de Thomas Cook pierdan su inversión y que los acreedores puedan recuperar parte de su deuda con los posibles ingresos futuros por la venta de activos.

El negocio tradicional de Thomas Cook arrastra 1.700 millones de libras de deuda y tiene 563 agencias en las calles británicas. La empresa fue fundada hace 178 años y emplea a unos 22.000 trabajadores. Su facturación anual alcanzaba los 10.000 millones de libras (11.320 millones de euros).

En algunos casos los clientes tendrán que costearse la vuelta y reclamar. Aquellos viajeros que tuvieran reservas pagadas las habrán perdido convirtiéndose en uno más de la larga lista de acreedores.
De acuerdo con el sistema dispuesto por la Licencia de Operadores Turísticos Aéreos (ATOL, en sus siglas en inglés), solo aquellos viajeros que hubieran contratado un paquete vacacional se hallan protegidos, y sus costes cubiertos en el caso de la suspensión de pagos de la empresa. En circunstancias normales, aquellos que solo contrataron sus vuelos deberían hacer frente a las pérdidas de su propio bolsillo. El Ministerio de Transporte británico, sin embargo, se ha comprometido a cubrir todos los costes.

Thomas Cook, formada por un turoperador y una aerolínea, opera en 16 países. Cuenta además con 105 aviones, 200 hoteles y complejos hoteleros con su marca.

Fuente: El País, Expansión