En esta entrada comentaremos brevemente las distintas vías para disolver una sociedad.
La disolución de sociedades tiene que ver con el cese de actividad de una empresa y el inicio de sus operaciones de liquidación.
Vías para disolver una sociedad
La disolución de sociedades tiene que ver con el cese de actividad de una empresa y el inicio de sus operaciones de liquidación (venta de bienes y derechos).
CERRAR UNA EMPRESA SIN DEUDAS
Cuando la empresa es solvente y prevé, por tanto, que en la liquidación no van a quedar compromisos con acreedores pendientes de pago, puede acogerse a la disolución a través de la Junta General de Socios, que aprobará voluntariamente el acuerdo de disolución y nombramiento de liquidador para que se ocupe de la venta de los activos de la empresa.
En ese caso, se dejará constancia de lo acordado en Junta a través de una escritura notarial para su inscripción en el Registro Mercantil de cara a dejar constancia del nombramiento del liquidador o liquidadores que se vayan a ocupar de esas operaciones de liquidación.
Una vez que hayan terminado estas operaciones, se acudirá nuevamente a la notaría para otorgar la escritura de extinción, previo pago a los socios de la cuota de liquidación con el remanente obtenido de la enajenación o venta del conjunto de los activos. Igualmente deberá realizar el correspondiente pago a los acreedores que hubieran podido quedar pendientes en el marco de la liquidación.
CERRAR UNA EMPRESA CON DEUDAS
Cuando estamos en una situación de insolvencia, porque la empresa es conocedora de que con la liquidación de sus activos no va a ser capaz de liquidar todos los compromisos adquiridos con sus acreedores, la disolución la aprobará el propio juez a través del concurso de acreedores de la empresa.
Cuando la empresa deudora solicite la apertura del proceso concursal de liquidación, será por tanto el propio juez quien apruebe la disolución de esa sociedad y nombramiento del administrador concursal como liquidador.
En este caso, se cesará al antiguo administrador societario y será sustituido por el administrador concursal para llevar a cabo las operaciones de liquidación (venta de activos).
Por tanto, cuando una empresa es insolvente, la disolución de la sociedad se llevará a cabo a través del concurso de acreedores. Una vez finalizado el procedimiento concursal, se realizará en el Registro Mercantil la inscripción necesaria para dejar constancia de que la sociedad se ha disuelto y ha iniciado sus operaciones de liquidación a través de un proceso concursal.
El proceso concursal, culminará por tanto, igualmente, con la extinción de la sociedad una vez que hayan concluido las operaciones de liquidación y, con ello, se haya decretado el fin del proceso concursal.