La administración concursal de Comdifil, grupo que incluye las marcas Shana, Friday’s Project y Double Agent, ultima un acuerdo con los acreedores.
El grupo textil intenta superar el concurso de acreedores que se declaró el pasado octubre con un plan de negocio que reestructuraría su estrategia de ventas de cara a hacer frente a un pasivo que ronda los 95 millones de euros.
El grupo que gestiona marcas tan reconocidas como las mencionadas anteriormente, apuesta básicamente por cerrar las tiendas físicas y aumentar el canal multimarca, es decir, el de los establecimientos en los que se vende ropa de varias firmas.
El principal valor de la compañía es, precisamente, la consolidación que tienen las insignias que fabrica. Son reconocidas por su público objetivo y se considera que tienen la fortaleza suficiente para que la empresa lleve a buen término su reestructuración.
La administración concursal de la sociedad quiere continuar con la reducción drástica de tiendas que Comdifil puso en marcha en 2016. La infraestructura que se moviliza para mantenerlas abiertas al público (alquiler de espacios, plantilla, logística…) no es soportada por el nivel de ventas finales con el consiguiente lastre en los resultados. Es por ello que se han identificado los diez establecimientos que tienen mayor impacto en la cuenta de resultados y cuya facturación es más estable durante todo el año. Serían los únicos que se mantendrían abiertos
La base de las ventas de la nueva etapa de la textil deberá sustentarse en los corners y puntos de venta en tiendas de terceros, un canal que en el grupo recibía el nombre de Multify Brands y que gestionaba su presencia en grandes almacenes y cadenas de establecimientos de todo tipo.
Cabe tener en cuenta que Comdifil llegó a tener presencia en 55 países de todo el mundo a través de este canal en el momento álgido de su expansión. Aunque los problemas económicos que le llevaron a la insolvencia propiciaron que se abandonara la inversión en publicidad y comercial.
Julian Imaz, propietario de la empresa, había empezado en Portugal la producción de ropa básica para grandes firmas del sector como Inditex, Mango o El Corte Inglés. Era uno de los millares de proveedores que estas firmas tienen en todo el mundo. Pero la insolvencia reconocida en octubre fue un lastre para conseguir nuevos contratos.
Se trata de un negocio con unas ventas muy estables, aunque el margen de beneficio por cada prenda fabricada sea bajo. Así pues, se propone reforzar la facturación ganando para ello mercado en venta online y aumentando su presencia en tiendas multimarca.
Negociación con los acreedores
Los administradores concursales creen que las ventas actuales son las mínimas posibles. Consideran que el crecimiento puede ser muy destacable si el grupo consigue superar el concurso de acreedores en el que se ha visto inmerso.
Cuando concluya esta etapa, deberá convocarse un encuentro con todos los acreedores por la insolvencia de Comdifil para que se pronuncien públicamente sobre el convenio.
El grupo solicitó el concurso voluntario de acreedores a mediados de octubre. El Juzgado Mercantil número 3 de Barcelona reconoció que el pasivo llegaba a los 95 millones de euros.
Además de la matriz, entraron en concurso Shana Shop España, Shana Retail, Double Agent Brand, Comdipunt, Friday’s Project España, Used Siglo XXI y Olvemat.
Quitas y búsqueda de un inversor
Los administradores concursales plantean a los acreedores quitas de hasta el 85% y un proceso de devolución de los créditos de hasta 10 años. También se plantean conversiones en créditos participativos con las garantías sobre las marcas de moda.
Todo ello para conseguir sanear el grupo y volver a activar la venta de Comdifil a algún inversor que sea capaz de inyectar los fondos necesarios para impulsar definitivamente la actividad.