Frigorífics de l’Empordà (Terfrisa), compañía cárnica con sede en Vilamalla, presentó a finales de diciembre de 2017 concurso de acreedores en Girona con una deuda de 107 millones de euros.
La empresa estaba en preconcurso desde agosto, inmersa en la búsqueda de un socio que finalmente no llegó.
Ha solicitado que al tiempo de ser declarada en concurso se dé inicio directamente a la fase de liquidación, ya que propone llevar a cabo la transmisión de la unidad productiva a Frigorífics Costa Brava, del Grupo Cañigueral, que ya ha presentado su oferta en el juzgado, de forma que si se llevara a cabo la operación de venta de la unidad productiva, previsiblemente se salvaría al menos parcialmente el negocio y la plantilla.
El juez ya ha dictado auto de declaración del concurso de acreedores de Terfrisa y de su filial Carns Figueres, cesando a los administradores de sus funciones, como es habitual en estos procedimientos, y designando al órgano de la administración concursal.
El grupo cárnico cuenta con una plantilla de 94 personas. Hasta ahora, las familias Compte y Casademont tenían el control del capital, con unas participaciones del 48% y 25% respectivamente. Mientras que en 2016 facturó 169,8 millones y perdió 3,56, el año pasado sus ingresos cayeron hasta los 70 millones.
El ambicioso plan de inversiones realizadas hace cuatro años, superior a los 60 millones, disparó la deuda y ha causado la insolvencia del grupo junto con la volatilidad del mercado.