El Juzgado de lo Mercantil de Segovia ha autorizado la compra de la empresa Proinserga por parte de un grupo de ganaderos de la provincia. Finaliza así el proceso concursal de la sociedad ganadera que se inició en el año 2007.
Proinsegra fue la mayor empresa de la provincia de Segovia, hasta que solicitó su entrada en concurso de acreedores por no poder hacer frente a las deudas contraídas.
Una década más tarde, el Juzgado de lo Mercantil de Segovia ha autorizado la venta a través de un auto dictado el jueves 28 de diciembre de 2017.
La propuesta de compra asciende a 7,4 millones de euros, además de los pagos pendientes que se generaron y no se han liquidado todavía. Los compradores asumirán las cargas hipotecarias y los créditos garantizados con hipotecas denominados de ‘privilegio especial’, que superan 10 millones de euros; además de 4,4 millones correspondientes a créditos ordinarios. La Tesorería disponible asciende a 2,7 millones, por lo que en total la operación rondará los 24,5 millones de euros.
Cuando Proinserga acudió al amparo judicial reconoció una deuda que ascendía a 230 millones de euros para todo el grupo. La mayoría correspondía a Primayor Foods, con casi cien millones de euros de deuda.
Incoporc reconocía unas deudas de unos 28 millones de euros; y de 30 millones era la de Proinserga S.A. Por su parte, Proinserga Inversiones, Alresa, Primayor Elaborados, Castileón 2000 y Primayor Andalucía indicaron al Juzgado de lo Mercantil que no podían hacer frente a las pérdidas de 60 millones de euros.
Ahora, lo que se ha vendido es Proinserga S.A., la única que quedaba con actividad.
Con esta compra no ha sido necesario aplicar quita alguna a los acreedores.
Los ganaderos que han presentado su oferta de compra se han unido en una sociedad denominada Proinserga 2013 S.L. El primer paso que dieron fue adquirir a las entidades bancarias sus créditos. Negociaron con ellos y asumieron esa deuda, que supera los diez millones de euros.
En la operación de compra también participan otras sociedades, pertenecientes a los mismos ganaderos, como Proinserga Alimentación, Proinserga Inseminación, Proinserga Inmuebles, Agro-porcino Manso, Rodrisa Capital S.L., Ganaderos Escolásticos el Campillo, y Sonegan.
Esta distribución permite el traspaso de las diferentes instalaciones de la vieja Proinserga a los nuevos socios, que además son los actuales consumidores de la mayoría del pienso que produce la fábrica que Proinserga tiene en Fuentepelayo. De acuerdo con los últimos datos disponibles elabora 250.000 toneladas de pienso al año, todo para ganado porcino.
Las adquirentes garantizan la explotación y continuidad de la actividad y negocio de la concursada, evitando destrucción del tejido industrial, laboral y empresarial en la comarca.
Según el auto judicial, desde el 1 de enero de 2018 se hará efectivo el traspaso de los bienes y se cancelarán todas las cargas. La juez también acota la forma de pago, de modo que en los primeros cinco días del año debe estar satisfecho el importe de la compra de los inmuebles sujetos y no sujetos a hipotecas. Un 25 por ciento del resto debe pagarse en 30 días, y el 75 % ha de liquidarse en un plazo de 60 días.
La oferta de compra ha sido la única presentada en el periodo de liquidación.
La Juez ha señalado que vender la unidad productiva es la opción más recomendable especialmente en fase de liquidación, porque de este modo se garantiza que puede mantenerse el funcionamiento de la empresa.
La continuidad de la actividad, el mantenimiento de los puestos de trabajo y la mejor satisfacción de los créditos de los acreedores permiten la liquidación global de la empresa, siendo ésta forma más favorable que la venta por lotes.
Fueron muchos los ganaderos y agricultores, acreedores fundamentalmente, que no vieron con satisfacción que el Juzgado considerara fortuito el concurso y exonerara de responsabilidad a los antiguos directivos de esas sociedades tras la compra de varios mataderos a Campofrío. La mayoría estaban obsoletos y se acabaron cerrando.
La operación de compra no contempla quitas para quienes se vieron perjudicados por la declaración concursal de la empresa.
Tras más de diez años de la declaración del concurso, muchos acreedores, entre ellos ganaderos y agricultores de la provincia, creían esfumadas sus esperanzas de cobro de las deudas que les generó la crisis de Proinserga.
Ahora, con la compra de la empresa vuelven a abrirse posibilidades de cobro, especialmente porque no se ha contemplado quita alguna.
Este hecho y el amplio espacio de tiempo que ha durado el proceso judicial, hacen de este caso uno de los más peculiares de la Justicia Mercantil. Aunque fueron muchas las empresas que quebraron a raíz de la reciente crisis económica española, ningún concurso fue tan largo.
Entre los colectivos que con más satisfacción pueden recoger esta noticia, alrededor de 300 agricultores se encuentran pendientes todavía de percibir el importe de su cosecha de cereal del año 2006, y que en total asciende a casi cuatro millones de euros.
Se trata de un caso de especial complejidad por el gran número de empresas a las que afectó la crisis de Proinserga. Se calculaba en miles el número de sociedades y autónomos con algún crédito pendiente. Además fueron centenares los puestos de trabajo que se perdieron con la desaparición de todos los mataderos dependientes de Primayor.