Modalidades de los aumentos de capital social

¿Cómo aumentar el capital de mi empresa?

Todas las sociedades de capital (limitadas, anónimas y comanditarias por acciones) parten de una premisa inicial:

Su constitución se fundamenta en la realización de aportaciones a la sociedad por parte de los fundadores, las cuales se cuantifican en el capital social de la compañía. Por tanto, en origen, la cifra del capital social representa el conjunto de aportaciones realizadas por los fundadores en el acto constitutivo de la sociedad y, por tanto, el valor contable de su patrimonio inicial.


Sin embargo, durante la vida de la empresa, su evolución patrimonial se verá reflejada en la obtención de beneficios o pérdidas, tanto por su operativa corriente, como por acontecimientos relativos a los activos de la compañía, tales como su deterioro, pérdida u obsolescencia, dando lugar al resultado del ejercicio.

Pues bien, tanto el capital social como el resultado del ejercicio constituyen el patrimonio neto contable de la compañía, toda vez que el primero determina las aportaciones iniciales realizadas por los fundadores, mientras que el segundo refleja la ganancia o pérdida obtenida por la empresa en cada ejercicio. Si el resultado obtenido ha sido positivo (beneficio), pasará a integrar la partida de las reservas, salvo que se acuerde su distribución a los socios (dividendos). En cambio, si el resultado ha sido negativo (pérdidas), se verá reflejado en el patrimonio neto de la sociedad, disminuyendo su valor en relación con el capital social inicial de la compañía.


Centrándonos en los supuestos relativos a los aumentos de capital social, cabe señalar, en primer lugar, que las motivaciones para llevar a cabo dicho aumento pueden ser múltiples, pudiendo diferenciar dicha motivación, precisamente, en función de la modalidad correspondiente del aumento.


En este sentido, atendiendo a la contrapartida utilizada para llevar a cabo el aumento del capital social, podemos diferenciar las siguientes modalidades:


i. Aumentos de capital que conllevan nuevas aportaciones a la sociedad.

Estas operaciones son similares al acto constitutivo de la sociedad, en la medida en que el incremento del capital social responde a la recepción por la sociedad de nuevas aportaciones, dinerarias o no dinerarias. Puede llevarse a cabo mediante la emisión de nuevas acciones o participaciones, a fin de dar entrada en la compañía a nuevos socios o accionistas, o mediante el incremento de valor de las ya emitidas, si las aportaciones las realizan los propios fundadores. En consecuencia, la motivación principal para llevar a cabo esta modalidad radica en el interés de la compañía en recibir tales aportaciones, incrementando con ello su cifra de capital social.

ii. Aumentos de capital que no producen nuevas aportaciones a la sociedad.

Cuando la sociedad opta por no distribuir dividendos a los socios y accionistas, acumula reservas en su balance que pueden ser utilizadas para llevar a cabo el aumento de su capital social. Esta operación no conlleva una alteración en el valor del patrimonio neto contable, dado que, en esencia, constituye una reclasificación de las partidas que lo integran, al incorporarse el importe de las reservas disponibles en la cifra del capital social. Por tanto, la motivación principal para llevar a cabo esta modalidad podemos encontrarla en la voluntad de los socios y accionistas en adecuar el valor nominal de sus participaciones y acciones al valor actualizado de la compañía según balance.

iii. Aumentos de capital que reducen el endeudamiento.

Los compromisos adquiridos con terceros por la empresa constituyen el pasivo de la compañía, en el cual se incluyen los créditos (derechos de cobro exigibles a su vencimiento) y obligaciones (representadas por medio de títulos o por anotaciones en cuenta). En ambos casos, la sociedad asume el compromiso de hacer frente a dichos créditos y obligaciones con cargo a los bienes y derechos que integran su patrimonio.

Sin embargo, en caso de alcanzarse un acuerdo con los titulares de los créditos u obligaciones para su compensación con participaciones o acciones a emitir por la propia empresa, tendrá lugar un aumento del capital social como consecuencia de dicho canje, de forma que el incremento de valor del capital de la sociedad representa la extinción de un compromiso del que la empresa ya no debe hacer frente.

Por tanto, la motivación para esta modalidad de aumento la encontramos, principalmente, en los acuerdos de reestructuración del pasivo, en los que los acreedores dejan de ostentar esta condición para convertirse en socios o accionistas de la compañía.