En el ámbito del derecho concursal, la insolvencia es una situación crítica para cualquier empresa o deudor.
Identificar correctamente el tipo de insolvencia es clave para tomar medidas adecuadas y evitar complicaciones legales.
A continuación, te explicamos los tres tipos principales de insolvencia contemplados en el Texto Refundido de la Ley Concursal (TRLC), y cómo afectan a las empresas con deudas:
1. Probabilidad de Insolvencia
Se considera que existe una probabilidad de insolvencia cuando es objetivamente previsible que, de no implementarse un plan de reestructuración, el deudor no podrá cumplir regularmente sus obligaciones a corto plazo. En términos más sencillos, si se espera que el deudor no pueda hacer frente a sus pagos en los próximos dos años, se activa esta categoría (art. 584.2 del TRLC).
2. Insolvencia Inminente
La insolvencia inminente describe una situación más urgente. Se activa cuando, en un plazo de tres meses, se espera que el deudor no pueda cumplir con sus compromisos financieros. Esta categoría suele exigir acciones más rápidas por parte del deudor para evitar la insolvencia total (art. 2.2 del TRLC).
3. Insolvencia Actual
La insolvencia actual es la situación más grave, en la que el deudor ya no puede cumplir con sus obligaciones a medida que se vuelven exigibles. Esta situación requiere medidas inmediatas, como la declaración del concurso de acreedores, para proteger los intereses de todas las partes implicadas (art. 2.2 del TRLC).
¿Qué es la Insolvencia Punible?
La insolvencia punible se define como el comportamiento doloso de un deudor que, al actuar de manera fraudulenta, busca perjudicar a sus acreedores o eludir el cumplimiento de sus obligaciones.
En el TRLC, se establece que esta conducta puede manifestarse a través de acciones como la ocultación de bienes, la disposición fraudulenta de activos o la presentación de información falsa en el procedimiento concursal.
La responsabilidad de identificar el estado de insolvencia de la empresa con dificultades recae sobre el órgano de administración.
La insolvencia es una problemática compleja que puede tener graves repercusiones que se agravan ante la ausencia de la toma de decisiones. Adoptar medidas preventivas es crucial para cualquier deudor.