A principios del mes de noviembre de 2017, la compañía Competitive Strategy Insurance, conocida por la marca CSI Group, presentaba su solicitud de declaración de concurso de acreedores voluntario ante los juzgados mercantiles de Barcelona.
Con oficinas en Barcelona, Madrid, Andorra, Chile, Colombia y Ecuador, la compañía se especializa en consultoría y tecnología, con dos líneas de negocio: CSI Insurance, para la prestación de servicios al sector asegurador, y CSI IT Solutions, especializada en soluciones on-line. Según los últimos balances, la empresa cuenta con un activo de cerca de 6 millones y unas deudas de 4 millones. El volumen de negocio se sitúa en 4,8 millones.
Tan sólo un día después de la presentación en el Juzgado de la solicitud de la empresa para ser declarada en concurso de acreedores, recibía una oferta de compra de la unidad productiva de CSI España, la matriz que tiene sede en Barcelona de CSI Group.
Un concurso de acreedores que se inicia con los deberes hechos, presentando de forma inmediata una propuesta de viabilidad de sus proyectos con la entrada de un inversor externo interesado en adquirir la Unidad Productiva viable, garantizará la continuidad de los puestos de trabajo, del desarrollo de sus proyectos, el servicio a los clientes y la continuidad de los programas existentes.
Fuente: ElMundoFinanciero.com
Transmisión de Unidad Productiva en un Concurso de Acreedores
Uno de los escenarios más activos en nuestra legislación actual para la superación de una situación de crisis económica empresarial consiste en la venta de una o varias unidades productivas, dado que dicha transmisión permite desligar el endeudamiento generado en la sociedad transmitente respecto a la unidad productiva que se transmite.
De esta manera, un negocio viable que está siendo explotado inicialmente por una sociedad sobreendeudada es traspasado a otra sociedad sin el lastre de dicho endeudamiento, lo cual permite garantizar la continuidad de la actividad empresarial en términos de viabilidad.
El creciente desarrollo de esta vía de recuperación de empresas en crisis ha motivado el interés de los inversores, nacionales e internacionales, por la adquisición de unidades productivas viables, lo que permite alcanzar acuerdos que garanticen la continuidad de la actividad empresarial a través de este cauce legal.