El astillero La Naval de Sestao presentó finalmente el viernes 06 de octubre la solicitud de concurso de acreedores después de haber agotado los plazos del preconcurso sin que haya sido posible restaurar el equilibrio patrimonial de la compañía ni dotarla de la liquidez que necesitaba.
A partir de la declaración por parte del Juzgado del inicio del concurso de acreedores de La Naval, la empresa pasará a estar intervenida, siendo el próximo hito el nombramiento de la administración concursal que supervisará cualquier decisión.
Aunque el pasivo de la compañía se había cuantificado en 150 millones, una parte importante de esa cantidad está ligada a avales concedidos para la construcción de los barcos, que se liberan con la entrega de los buques a los armadores. Es por ello que se estima que la deuda de la empresa con entidades financieras y proveedores se sitúa en unos 100 millones de euros.
A partir de ahora, la empresa tendrá dos realidades ya que por un lado verá mermada su actividad interna por las dificultades para conseguir abastecimientos por la escasez de liquidez, y por otro lado la plantilla entrará en un expediente de suspensión temporal, que en principio se prolongará durante tres meses, aunque esta circunstancia dependerá en buena parte de la posibilidad de llegar a acuerdos de entrega anticipada de los proyectos actualmente en marcha.
Si se materializan los acuerdos, sería posible mantener el trabajo de unos 1.200 operarios y el final del ERE de suspensión.
El primer paso del procedimiento será la evaluación en detalle de todas las deudas y también del valor de los activos de la compañía, que podrían alcanzar los 145 millones de euros.
El procedimiento concursal que se inicia permitirá también que potenciales inversores interesados en quedarse con el astillero presenten ofertas. Varias empresas nacionales y extranjeras han mostrado su interés en la operación.
Además de realizar una oferta económica para hacerse con la propiedad, tienen que comprometer también una inversión en La Naval, presentar un plan industrial sólido e incluso alcanzar un acuerdo con los trabajadores.
Por otro lado, el Gobierno vasco estudiará participar en el capital de La Naval una vez finalizado el concurso de acreedores, por la advertencia recibida por parte de la Unión Europea.