Los consejeros de Fundición Nodular, inhabilitados por concurso culpable

Los administradores recurrirán el fallo, que los condena a costear parte de las deudas que no se cubran con la venta de activos de la empresa

Los quince miembros del consejo de administración de la compañía Fundición Nodular, de Lugones, actualmente en proceso de liquidación, han sido condenados a dos años de inhabilitación para administrar bienes ajenos y a costear entre un cuatro y un veinte por ciento de las deudas de la sociedad que no cubra la venta de sus activos.

El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Oviedo ha considerado que el proceso concursal al que se vio abocada la sociedad no fue fortuito sino culpable a causa de determinadas decisiones gestoras.

El consejo de administración ha culpado a la crisis económica para defender el el carácter fortuito de las dificultades de la empresa que se vio forzada al cierre de Nodular, por lo que tiene previsto recurrir el fallo a la Audiencia Provincial.

El magistrado ha considerado las razones dadas por el administrador concursal de la compañía para declarar culpable el concurso, aunque impuso una pena inferior a la que éste había solicitado.

El administrador concursal pedía 15 años de inhabilitación para los consejeros de Fundición Nodular y que asumieran el 100% de los pasivos de la sociedad, que ascienden a 46 millones.

Dos de los consejeros, para los que se pidió que asumieran los créditos generados por el expediente de regulación de empleo aplicado en la planta, fueron exonerados de esta acusación. También quedó exento de la acusación de concurso culpable un directivo de la sociedad.

El juzgado de lo Mercantil número 2 de Oviedo aprobó a su vez la venta de los terrenos que ocupan las instalaciones de la planta en Lugones a la sociedad Real State and Investment Holding Eidom por un importe de 1,95 millones.

Fundición Nodular, fundada en 1956 por algunas de las familias antaño propietarias de la compañía siderúrgica Fábrica de Mieres, era el único fabricante español de cilindros de laminación para la industria del acero, había desarrollado tecnología propia y tenía una elevada presencia en los mercados internacionales. Cuando presentó la solicitud de concurso de acreedores, en marzo de 2013, tras varios ejercicios de vicisitudes, daba empleo a 178 trabajadores.

Los activos de la sociedad están siendo vendidos por lotes tras haber fracasado la adjudicación del conjunto de la unidad productiva.

Fuente: La Nueva España