Alrededor de unas 100 empresas vinculadas a la industria naval de la provincia de Huelva (mantenimiento, suministros industriales, talleres, automatismos….) componen el listado de pymes que ven con preocupación su futuro tras la situación de insolvencia en que se encontró Cotnsa Huelva y que le llevó a presentar concurso de acreedores en 2015.
Cuando se declaró el concurso, la empresa adeudaba 119 millones a 1.600 acreedores pero tenía un activo de sólo de 31,6 millones, con lo que presentaba un déficit patrimonial de 88 millones.
El juez y los administradores concursales consideraran que el convenio de acreedores aprobado no sería viable. Tras haber cobrado sus créditos los acreedores con privilegio general y especial, es decir, la Seguridad Social, la Agencia Tributaria y los bancos con garantías hipotecaria, se contemplaba el pago de la deuda pendiente a acreedores ordinarios, por aquella fecha de 2,8 millones de euros, en cuatro años (2017, 2018, 2019 y 2020) fraccionados a su vez en otros cuatro plazos anuales, de los que sólo se ha cumplido con los tres primeros correspondientes a la anualidad del 2017, pero aún no se ha abonado el último plazo del año.
Ahora, tras la retirada a Contsa de la concesión por parte del puerto, aumenta la preocupación de las empresas auxiliares de la industria naval.
El sector ha denunciado su preocupación y ha anunciado que la salida de esta empresa deja en el aire los créditos aún no cobrados, lo que dificulta aún más el compromiso del pago contraído con sector, integrado en la Federación Onubense de Empresarios (FOE), que ha venido trabajando con la factoría desde 2011.