TOP Proyectos y Contratas, constructora de la familia Sumarroca, presentó concurso de acreedores en los juzgados de Barcelona con un pasivo de 43 millones y activos por 30 millones.
Los principales acreedores son las entidades bancarias con alrededor de 25 millones de deuda acumulada tras el acuerdo de refinanciación del verano del 2015. El resto de la deuda corresponde casi en su totalidad a los proveedores.
Pese al apoyo logrado en el 2015, la empresa no ha logrado en los dos últimos años cumplir el plan de negocio diseñado entonces según el cual en 2017 se alcanzaría una facturación de 90 millones. Muy al contrario, hace meses que la firma tenía tensiones de tesorería.
Finalizados los cuatro meses del preconcurso de acreedores solicitado en agosto de 2017, sin alcanzar un plan de pagos con la banca, la compañia ha solicitado su declaración en concurso voluntario de acreedores, que va acompañada de una propuesta anticipada de convenio que, si lograra las adhesiones necesarias, podría acortar la tramitación del concurso.
El plan de viabilidad, que implica quitas del 60% para los proveedores y esperas de dos años, supone abandonar la obra pública y centrarse en la privada, así como una adaptación de la estructura de la empresa.
El pasado 28 de diciembre, TOP rescindió el contrato de 36 de sus 71 trabajadores a través de un expediente de regulación de empleo (ERE) pactado que dejará a la constructora con tan sólo 10 personas en marzo.