Alfa Precision Casting solicita la liquidación al no poder cumplir el convenio de acreedores

Alfa Precision Casting ha solicitado en los juzgados de Donostia la apertura de la fase de liquidación de la compañía el pasado 7 de diciembre de 2017, con anterioridad incluso al inicio de las negociaciones con su plantilla para la aplicación de un ERE anticipado que supondría la salida de 40 de los 130 empleados de la firma.

Los trabajadores amenazan con una inminente huelga indefinida, tras las últimas jornadas de paro total a raíz de las cuales varios clientes habrían comunicado a la firma la pérdida de proyectos ante un horizonte de falta de actividad.

Esta decisión busca evitar que Alfa Precision Casting pierda la sección aeronáutica de la firma, que representa el mayor valor actual de la compañía. ASí pues, la dirección de la compañía pretende colaborar con los liquidadores en el mantenimiento de la actividad y posterior transmisión de la producción dirigida al sector aeronáutico.

El consejo ha explicado que la actividad de mecanizado, dirigida al sector de la automoción principalmente, arroja pérdidas excesivas y requiere un volumen de tesorería inadmisible, que pone en peligro la actividad de la empresa y supone, de seguir así, una certeza absoluta de no poder hacer frente al convenio de acreedores.

Hasta el momento, la compañía ha hecho frente al primer pago del convenio de acreedores firmado el 21 de enero de 2014. Este acuerdo le permitió dejar atrás el concurso de acreedores del Grupo Alfa iniciado en 2012. Sin embargo, de mantenerse la estructura actual, dificilmente se podría hacer frente a la segunda cuota del convenio prevista para marzo de 2018.

Para el próximo ejercicio el pago de la deuda concursal asciende a más de medio millón de euros y según las previsiones, hasta 2020, la cuota total se eleva por encima de los dos millones de euros.

Tampoco parece posible conseguir financiación ajena para hacer frente a las obligaciones y renegociar las condiciones de pago con los acreedores hipotecarios, que tienen previsto un pago de alrededor de medio millón de euros.

Por otro lado, la empresa afirma que el área de Auto Mecanizado ha sufrido un importante deterioro por la pérdida de dos importantes clientes en los últimos dos años, generando una caída en las ventas totales de un 22,3% en comparación con las de 2016, pasando de los 15 millones de euros de facturación a los 11,7 que se esperan para este año. Los resultados también se verían claramente afectados.

Estos datos han llevando a la compañía a plantear, a finales de noviembre de 2017, la necesidad de prescindir de la línea de Auto Mecanizado, a través de la implementación de un ERE de extinción para alrededor de 35 personas. Sin embargo, los trabajadores, que en los últimos años los trabajadores han sufrido una rebaja media de salarios del 23%, rechazaron la propuesta al considerarla no justificada, y convocaron cinco jornadas de huelga.

Estos paros habrían agravado la situación de la compañía, ya que han supuesto una parada de la actividad productiva muy perjudicial, provocando la retirada de un proyecto importante por parte de un cliente y la exigencia de la devolución de los utillajes por parte de otros.

Ante esta tesitura, la empresa remitió una carta a los trabajadores el pasado lunes explicando la necesidad de retomar la actividad lo antes posible e implementar el ERE previsto para reconducir la situación. De lo contrario, la compañía solicitaría la apertura de la fase de liquidación para no aumentar su endeudamiento y salvar el máximo de actividad y valor posibles. Y así ha sido.

La compañía espera preservar la línea aeronáutica de actividad, de cara a mantener proyectos y personas clave en este área para atraer inversores y preservar la mayor cantidad de puestos de trabajo que sea posible.

Fuente: Diario Vasco