Extracto del libro Mecanismos Preconcursales: Preconcurso y Planes de Reestructuración, de Carlos Pavón, socio director de GAULA Abogados.
 

Extracto del libro Mecanismos Preconcursales: Preconcurso y Planes de Reestructuración, de Carlos Pavón, socio director de GAULA Abogados.

En el 2022 se aprobó una nueva reforma de la Ley Concursal en la que se han incorporado algunos cambios importantes en la normativa. En este sentido, las empresas con problemas financieros o problemas de liquidez pueden acceder a una serie de mecanismos preconcursales. Estos mecanismos pueden evitar su entrada en concurso. Asi, si una empresa está a punto de quebrar, puede intentar reorientar su situación antes de llegar a la quiebra, cierre o liquidación.

En el 2022 se aprobó una nueva reforma de la Ley Concursal en la que se han incorporado algunos cambios importantes en la normativa. En este sentido, las empresas con problemas financieros o problemas de liquidez pueden acceder a una serie de mecanismos preconcursales. Estos mecanismos pueden evitar su entrada en concurso. Asi, si una empresa está a punto de quebrar, puede intentar reorientar su situación antes de llegar a la quiebra, cierre o liquidación.

Los “Mecanismos Preconcursales” están pensados para ayudar a las personas o empresas que tienen dificultades para afrontar sus compromisos. Es importante destacar que solo están disponibles para personas o empresas con actividad empresarial o profesional. No son aplicables a otro tipo de deudores.

Para entender mejor qué son estos mecanismos, primero tenemos que entender qué significa estar en una situación de insolvencia. Una empresa está en situación de insolvencia cuando no puede pagar sus obligaciones exigibles en el momento en que se supone que debe hacerlo. Ya sea porque:

 

    • No ha podido hacer los pagos a término (insolvencia actual),

    • Porque no podrá pagar en los próximos tres meses (insolvencia inminente) o

    • Porque es muy probable que no pueda pagar en los próximos dos años (probabilidad de insolvencia).

Entonces, ¿cómo pueden ayudar estos mecanismos a las empresas con problemas financieros?

Cuando la empresa advierte que los compromisos adquiridos no podrán ser atendidos con normalidad, debe tomar medidas antes de que sea demasiado tarde. Por ejemplo:

 

    • Puede presentar un plan ante un juez para pagar a sus acreedores, esto es mediante la aprobación judicial del convenio y reestructuración del endeudamiento en términos de viabilidad, o

    • Puede buscar a un tercero interesado en adquirir su unidad productiva y salvarla, liberando a la actividad empresarial del sobreendeudamiento anterior.

Si estas propuestas son aceptadas, la empresa podría evitar la quiebra.

Pero, ¿por qué es importante actuar rápido? Porque si la empresa tarda demasiado en resolver sus problemas financieros:

 

    • Podría generarse una creciente desconfianza entre los clientes, con la consecuente reducción de las ventas, y/o

    • Podría generar incertidumbre entre los proveedores, con el riesgo de bloqueo de las compras y suministros necesarios.

Ante una situación de insolvencia, el concurso de acreedores correctamente planificado puede llevar a la empresa a superar un escenario de crisis. No obstante lo anterior, los riesgos potenciales para mantener la actividad comercial hacen que su utilización constituya la última ratio. Por delante del concurso, debemos analizar la conveniencia de la aplicación de estos mecanismos preconcursales. Por ejemplo, una empresa endeudada podría intentar:

 

    • Incrementar sus recursos disponibles (ampliación de capital, financiación, diversificación, etc.), o

    • Alcanzar acuerdos con los acreedores (aplazamientos, daciones en pago, quitas, etc.).

En definitiva, estos mecanismos preconcursales son como las medidas que toma un médico antes de una cirugía. Son una forma de intentar solucionar el problema antes de que sea demasiado grave.

Para saber qué herramienta usar, primero hay que entender bien cuál es el problema y analizar cada una de las opciones disponibles.