La empresa cerró su mítico salón de té del Paseo de la Castellana el pasado mes de marzo
La mítica empresa madrileña Embassy, propietaria del restaurante y salón de té del mismo nombre en el Paseo de la Castellana que cerró el pasado mes de marzo, se ha declarado en concurso voluntario de acreedores.
Según publicó el Boletín Oficial del Estado, la compañía solicitó su declaración de concurso voluntario el pasado 19 de octubre. No obstante, conserva las facultades de administración y disposición de su patrimonio, pero sometidas a la intervención de la administración concursal.
La empresa cerró hace unos meses su local más emblemático en Paseo de la Castellana de Madrid, manteniendo abiertas una cafetería en Aravaca y dos tiendas, en la Moraleja y Chamartín. El cierre respondía principalmente a los elevados costes de alquiler.
El mismo espacio en el que comenzó su andadura, de la mano de Margarita Kearney Taylor, en el año 1931, albergaba un parte de la historia de Madrid ya que, con la ayuda del embajador británico Sir Samuel Hoare durante la II Guerra Mundial, logró la salida de miles de judíos hacia Portugal.
A partir de ahora, los acreedores de la empresa tienen un plazo de un mes para dar a conocer a la administración concursal las deudas que pudiera haber contraído Embassy con ellos. La compañía ha asegurado que, en estos momentos, se encuentran preparando un plan de viabilidad para alcanzar un acuerdo con sus acreedores de cara a dar continuidad a la actividad.
De momento, no está previsto ningún despido más allá del ERE llevado a cabo tras el cierre de su local de Paseo de la Castellana, en el que se despidió a 41 empleados de un total de 60.
Pendientes del devenir de la campaña de Navidad, la empresa espera recibir un impulso en los ingresos del grupo que la ayuden a salir adelante.