Informe global sobre quiebras 2023 (Dun & Bradstreet)

Según el informe global publicado recientemente por Dun & Bradstreet, compañía dedicada al suministro de información comercial, riesgo y financiera de empresas, las quiebras registradas a raíz del congelamiento de la economía por la pandemia han sido menos numerosas en 2020 y 2021 que en 2018 y 2019. Se espera, sin embargo, un incremento de las solicitudes de procesos de reestructuración y de concursos voluntarios en 2023 por la acumulación de distintos factores que están afectando la liquidez de las empresas.

Los paquetes fiscales, la flexibilización de la política monetaria, el acceso a liquidez de bajo costo y la indulgencia de los acreedores parecen haber retrasado el efecto esperado por la paralización de la actividad económica mundial durante el inicio de 2020. En parte, gracias a dichos factores, las quiebras se mantuvieron en niveles artificialmente bajos.

Estos factores ya no están vigentes, por lo que en 2022 el número de quiebras creció en un 60% en los países monitoreados, en comparación con el 50% en 2021 y el 30% en 2020.

La tendencia creciente de la tasa de quiebra

Casi tres quintas partes de los 48 países monitoreados por Dun & Bradstreet y su red mundial fueron testigos de un aumento en las quiebras comerciales durante 2021.

De éstos, 13 países registraron las declaraciones de quiebra más altas desde el cambio de década.

En 2022 la economía mundial se estaba recuperando, sin embargo, la crisis entre Rusia y Ucrania y el endurecimiento de la política monetaria han ralentizado el progreso del crecimiento económico y aumentaron la probabilidad de quiebra en todos los ámbitos.

Economías que reportaron un aumento en las quiebras durante 2022:

Principales conclusiones del estudio

Según lo definido por Dun & Bradstreet y sus socios de la red mundial, las quiebras aumentaron en más de la mitad de las economías monitoreadas en el año 2022 en comparación con 2021. Ocurrió lo contrario en lo observado durante el año 2021 en relación con el 2020, cuando casi la mitad de las economías monitoreadas mostraron su declive.

Las empresas se enfrentan a diferentes desafíos en 2023, tras el retiro gubernamental de los apoyos regulatorios relacionados con los efectos de la pandemia, así como la política monetaria estricta en todas las economías en medio de presiones inflacionistas y un entorno crediticio más estricto, además del costo de vida y los gastos operativos más altos.

2023 podría ser el momento de la verdad para la solvencia o insolvencia de las empresas que han sabido mantenerse en pie hasta ahora.

El giro de liquidez de los mercados de deuda, la constricción de los paquetes fiscales, la política monetaria estricta y la desaceleración económica general podrían aumentar las presiones de liquidez.

  • De los 48 mercados monitoreados, 14 reportaron más del 10% de aumento anual en quiebras durante el año 2022.
  • 20 de las economías monitoreadas alcanzaron el nivel más alto de quiebras en 2022 en el periodo de 3 años (2020-2022)
  • 12 economías experimentaron una disminución constante de las quiebras a partir del 2020.
Situación europea

En el cuarto trimestre de 2022, las quiebras en Europa alcanzaron su nivel más alto desde 2015.

Las quiebras en España, por ejemplo, han aumentado constantemente desde el primer trimestre de 2022 y crecieron masivamente en el tercer trimestre de 2022 (186% más que en el cuarto trimestre de 2019) y el cuarto trimestre de 2022 (350% más que en el cuarto trimestre de 2019).

Esto es marcadamente diferente de lo que se observó en algunas otras economías europeas importantes (por ejemplo, Italia, Alemania y Francia), donde las quiebras todavía están significativamente por debajo de los niveles previos a la pandemia (y lo han estado durante 2020, 2021 y 2022).

Entre los grandes países europeos, España y el Reino Unido parecen ser los dos únicos en los que las quiebras muestran una tendencia al alza, lo que podría verse reforzado próximamente.

Fracasos empresariales y contexto en España

Se espera que el número de solicitudes de quiebra se mantenga elevado a medida que las empresas aprovechen los cambios en la Ley Concursal del país. Además, el aumento de los costes de financiación y los altos precios de los insumos también aumentan el riesgo de retrasos en los pagos e insolvencias en 2023, especialmente para pequeñas empresas.

Los datos del socio de la red mundial de Dun & Bradstreet, INFORMA, mostraron un aumento del 21% en las solicitudes de quiebra en España en 2022, con el número de solicitudes más alto desde la crisis del euro de 2013.

Esto se vio impulsado por un aumento particularmente fuerte en el segundo semestre de 2022, tras los cambios en la Ley. Las liquidaciones de empresas crecieron 49% entre julio y diciembre de 2022, en comparación con el mismo semestre de 2021.

España revisó la Ley Concursal Refundida de 2003 en septiembre de 2022 (Ley 16/2022) en cumplimiento de las directivas de la UE que facilitan a las empresas la reestructuración de su deuda. La reforma ha supuesto cambios significativos en la legislación concursal, especialmente en lo que se refiere al preconcurso, así como una flexibilización del proceso concursal.

Algunas de las principales reformas incluyen:
  • El alcance ampliado y la importancia dada a la pre-insolvencia.
  • Herramientas que animen y faciliten que las empresas recurran a la reestructuración, otorgando más poder a los acreedores.
  • La introducción de un nuevo conjunto de reglas específicas que rigen la venta de unidades productivas.

A pesar de la distorsión en los datos provocada por la reforma, se esperaba un aumento en las declaraciones de quiebra después de que el decreto gubernamental que suspendía la obligación de declararse en quiebra, introducido después de la COVID, expirara en junio de 2022.

El informe resalta la posibilidad de que la reforma de la Ley Concursal incite a más empresas españolas a declararse en quiebra en 2023, y las empresas, especialmente las pymes, seguirán siendo vulnerables a la quiebra dada la perspectiva a corto plazo de aumento de los costes de financiación y altos precios de los insumos.