La papelera vasca CEL, en concurso de acreedores, llegó a mantener conversaciones con hasta cinco interesados en su adquisición, aunque finalmente sólo ha habido una única oferta dentro del plazo establecido por la administración concursal para la adquisición de sus unidades productivas en el marco del procedimiento concursal.
Únicamente el grupo italiano Lucart presentó una oferta en firme para hacerse con la papelera que arrastra una deuda total de 75 millones de euros, tiene tres de sus cuatro centros de producción parados y un ERE de extinción sobre 200 trabajadores.
La plantilla de trabajadores de CEL reclama que se aclare qué ha podido suceder con una segunda oferta de un grupo catalán, en la que se incluía el mantenimiento de toda la plantilla y que, sin embargo, podría no haber sido admitida por la administración concursal de la compañía.
El administrador concursal, como es habitual en este tipo de procesos, había establecido una serie de condiciones para concurrir a la presentación de ofertas definitivas, a modo de filtro y como garantía de seriedad para evitar que quien no estuviera firmemente dispuesto a arriesgar en un plan a futuro para CEL se abstuviera de participar.
Entre las condiciones del administrador concursal para poder presentar ofertas de adquisición de la unidad productiva, figuraban el depósito de una fianza de 500.000 euros así como la determinación de un precio mínimo fijado en casi 6.257.000 euros, por debajo del cual se rechazaría cualquier propuesta.
Así pues, la oferta presentada por la compañía italiana Lucart cubre dichos condicionantes mejorando ese mínimo exigido en cerca de 95.000 euros para establecer su oferta en 6.351.222 euros. Renuncia además a una máquina del activo de CEL valorada en 180.000 euros que podrá ser vendida aparte por el grupo vasco, incluyendo un plan de inversión a cinco años por valor de 20 millones de euros.
En cuanto al mantenimiento del empleo, Lucart se subrogaría en 186 de los 222 contratos de trabajo aún vigentes en el conjunto del grupo CEL, entre los que hay 32 prejubilables y nueve pendientes de jubilación parcial. De esta forma, la plantilla efectiva se reduciría a 145 personas y supondría la rescisión de 36 contratos. Para estos propone indemnizaciones de 30 días por año trabajado con un límite de 18 meses, si bien el montante total destinado a este fin está limitado a dos millones de euros.
Además, la compañía ofertante quiere negociar con los representantes de los trabajadores un nuevo convenio colectivo, con diferentes rebajas salariales para las plantillas de cada una de las empresas del grupo en función de sus actuales remuneraciones.
Finalmente, Lucart también plantea un ERE de suspensión por el tiempo necesario para llevar a cabo el proceso de adquisición de CEL y la adecuación de la compañía para el reinicio de su actividad productiva.
Negociación
Estas condiciones deberían ser aceptadas por los trabajadores antes del 31 de enero próximo, fecha límite puesta por la compañía italiana que, en caso contrario, retiraría su oferta, por lo que está previsto que la administración concursal inicie un proceso de negociación con los representantes de la plantilla para valorar la propuesta de Lucart.
El futuro de la empresa papelera vizcaína CEL depende, por tanto, de que los trabajadores y el grupo italiano Lucart alcancen un acuerdo antes del día 22 de noviembre de 2017, ya que, si no hay pacto en linea a las modificaciones propuestas por el ofertante Lucart, todos los puestos de trabajo quedarán previsiblemente extinguidos.
El grupo CEL, se encuentra en concurso de acreedores y con un ERE presentado para despedir a 211 de sus 254 trabajadores.
El administrador concursal ha establecido que si el próximo 22 de noviembre, fecha en la que vence el plazo para la adjudicación de las unidades productivas de la empresa papelera, no hay un acuerdo entre los trabajadores y Lucart, se abrirá la fase de liquidación del concurso de acreedores, con todos los puestos de trabajo extinguidos.