Muving se declara en concurso de acreedores para salvar su actividad

La entidad gaditana ha entrado en concurso voluntario de acreedores

La compañía de motos eléctricas dejó de operar el pasado 20 de marzo de 2020, poco después del inicio de la crisis sanitaria del COVID 19.

Desde entonces, pueden encontrarse en algunas de las diez ciudades en las que estaban operativos, motos abandonadas.

La deuda, que asciende a unos seis millones de euros, responde principalmente al renting de su flota de motos, formada por unos 1.400 vehículos. Las motos eléctricas de alquiler que apostaban por una movilidad sostenible se activaban a través de una aplicación en el teléfono y se podían localizar comprobando el punto más cercano en el que se encontrara una después de haber sido utilizada por el anterior usuario. Además, la empresa posee un software propio muy valioso.

La principal causa de la insolvencia ha sido la paralización de la actividad durante más de un año a causa de la pandemia.

Los creadores de la empresa, que llegó a operar en Cádiz, Sevilla, Zaragoza, Valencia y Córdoba, han transferido el control de la compañía a manos del administrador concursal designado, quien deberá comprobar si la entidad es viable o no, definiendo así su avance hacia una liquidación para pagar a sus acreedores vendiendo sus bienes o, en un planteamiento alternativo, alcanzar un convenio con sus acreedores o transmitir la unidad productiva, a fin de mantener la actividad.

Muving inició su actividad con sólo 50 motos en el año 2017. Ahora, la compañía ha solicitado el concurso de acreedores al constatar que no podría afrontar sus deudas, valoradas en unos seis millones de euros. Desde la empresa se plantea la posibilidad de ceder la gestión del alquiler de las motos a un tercero en modalidad de franquicia.

Fuente: PressReader