Una sociedad de inversión presenta una oferta para adquirir Conservas Fredo, en concurso de acreedores

La sociedad de inversión Cantabria Family Investment ha presentado una oferta en el procedimiento concursal de Conservas Fredo, en el ánimo de adquirir la unidad productiva manteniendo los 55 puestos de trabajo ocupados todos ellos por mujeres.

Cantabria Family Investment, sociedad de inversión de la familia Huerta, ha presentado junto con su oferta un plan empresarial para tomar el control de la planta de Laredo, con el objetivo de llegar a una facturación de 5,5 millones de euros en 2022.

La conservera está en fase de liquidación tras declararse en concurso de acreedores en febrero de 2017.

La oferta por Conservas Fredo incluye la contratación de la totalidad de la plantilla actual, 24 trabajadores fijos y 24 fijos discontinuos, en su inmensa mayoría mujeres de la comarca.

La oferta plantea “aunar el conocimiento tradicional y artesanal de la producción de anchoa durante 30 años con el emprendimiento innovador de la sociedad inversora de la familia Huerta”.

Según los responsables sindicales las trabajadoras están ahora bajo un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) desde finales del mes de septiembre, ante la falta de tesorería de la empresa y la ausencia de materia prima para trabajar.

El Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) asumió los salarios pendientes de enero y mitad de febrero de 2017, así como la paga extra de diciembre de 2016, pero están sin pagar los salarios de julio, agosto y septiembre del pasado año.

La conservera se vio obligada a solicitar su declaración en concurso voluntario de acreedores (antigua suspensión de pagos) a causa de las deudas acumuladas a raíz de la compra en 2013 de una planta productora de anchoa en Perú. Esta circunstancia unida a la competencia en precio del sector conservero, generaron la falta de liquidez y la negativa de las entidades bancarias a facilitar la financiación, lo impidió a la empresa hacer frente a los pagos de las últimas nóminas de los trabajadores.

La inversión no tuvo el rendimiento esperado ya que la compañía esperaba que la nueva planta le permitiera elevar sus ventas hasta los 30 millones de euros en un periodo de 4 años.

 

Fuente: Ser Cantabria