El Juzgado de Primera Instancia número 6 de Lleida ha declarado el concurso de acreedores de la compañía Bioenergía de Almenar y ha desigando al órgano de la administración concursal.
La empresa tiene un activo de 11 millones y un pasivo exigible de 8 millones de euros. De este último, 7 millones corresponden al Institut Català de Finances, dependiente de la Generalitat.
El ICF le concedió en 2012 un préstamo de 8,5 millones, con vencimiento en 2029, para financiar la construcción de la planta.
Las instalaciones de Bioenergía de Almenar se pusieron en marcha en el verano de 2013, con una inversión de 11 millones. Están dotadas de la última tecnología para el tratamiento de desechos ganaderos y sustratos de la industria agroalimentaria, y su conversión en energía y fertilizantes.
El recinto recibe cada día 450 toneladas de purines procedentes de 150 granjas de la zona, que crían 200.000 cabezas de ganado. Procesa los purines en siete digestores y aprovecha el biogás mediante tres motores de cogeneración de 1 MW cada uno, para la generación de energía térmica y eléctrica. Esta se utiliza para el funcionamiento de la planta y el sobrante se vende en el mercado.
Los purines y desechos se tratan y transforman en fertilizante concentrado y en nitrógeno de alta calidad y ecológico. Gracias a este centro, las emisiones de CO2 se reducen anualmente en más de 20.000 toneladas.
La planta de Bioenergía de Almenar es un paradigma de la llamada “economía circular”: gestión de residuos altamente contaminantes, transformación en energía renovable y producción de fertilizantes.
Las instalaciones producen 24 millones de kw eléctricos y 26 millones de Kw de energía térmica, además de 25.000 toneladas de abono concentrado y 150 millones de litros de agua de alta calidad.