Cada procedimiento concursal es singular, y presenta características y particularidades propias de la empresa insolvente, su sector de actividad, su información contable, etc.; si bien, en líneas generales, podemos definir una serie de fases que concurren en los procedimientos concursales en los que existan activos o bienes susceptibles de liquidación.
Comentaremos en una entrada posterior qué es un concurso exprés o concurso sin masa, muy habituales desde la reforma de la Ley Concursal que entró en vigor en septiembre de 2022, relativos a las solicitudes de compañías que no cuentan con activos liquidables en su haber.
Fases del procedimiento concursal (empresas)
I) Solicitud del concurso
La parte afectada, ya sea el deudor o un acreedor, presenta la solicitud ante el juzgado para iniciar el procedimiento de concurso de acreedores. Si el concurso es solicitado por el propio deudor, será un concurso voluntario. Si fuera solicitado por un acreedor, será un concurso necesario. En ambos casos, será necesario acreditar documentalmente la situación empresarial.
II) Declaración del concurso
El juzgado evalúa la solicitud y, si se cumplen los requisitos legales, declara el concurso de acreedores. En este punto, si se cumplen ciertos requisitos, se nombra un administrador concursal para gestionar el proceso con las siguientes etapas:
a) FASE COMÚN: Durante esta etapa, se recopila información sobre los activos y pasivos de la sociedad deudora, y se lleva a cabo una evaluación integral de su situación financiera. Los acreedores, además, podrán comunicar en el procedimiento el importe de las cantidades pendientes de cobro.
B) CONVENIO / LIQUIDACIÓN: Dependiendo de la viabilidad del negocio y de las negociaciones entre el deudor y sus acreedores, se puede optar por un convenio (acuerdo o plan de pagos) o por la liquidación (venta) de los activos para satisfacer las deudas pendientes.
Dentro de la fase de liquidación es habitual una interesante alternativa que es la transmisión de la unidad productiva o unidad de negocio a un tercero, de tal manera que la actividad y el empleo, al menos parcialmente, puedan seguir adelante sin el peso del endeudamiento acumulado en la sociedad deudora / concursada. Desarrollaremos este punto más adelante.
C) FASE DE CALIFICACIÓN: En el contexto del concurso de acreedores en España, la fase de calificación es una etapa crucial del proceso judicial que sigue a la fase de liquidación de la masa activa y al cumplimiento de los convenios o acuerdos alcanzados con los acreedores. Durante esta fase, se evalúa la conducta del deudor y de otras personas relacionadas con la empresa insolvente para determinar si ha habido alguna actuación fraudulenta, negligente o dolosa que haya contribuido a la situación de insolvencia.
La finalidad de la fase de calificación es determinar si procede o no declarar la responsabilidad personal de los administradores y otras personas vinculadas a la empresa. Esta responsabilidad puede incluir la obligación de hacer frente con su propio patrimonio a las deudas de la sociedad en caso de que se demuestre que han actuado de manera negligente, fraudulenta o contraria a la normativa legal. Se tienen en cuenta aspectos como la falta de contabilidad adecuada, la realización de operaciones perjudiciales para la sociedad o la ocultación de bienes o activos.
3) Conclusión del concurso
Una vez acordados los términos del convenio o liquidados los activos, el concurso se concluye y se procede al cierre del proceso.
En el caso de concursos de liquidación, la sociedad deudora se extingue.