GAULA Abogados asesora al Grupo ITL en el proceso de adquisición de la unidad productiva de Silos Córdoba S.L.U.

Nos hacemos eco de la entrevista realizada por ABC de Córdoba a nuestro socio director Carlos Pavón, en relación al concurso de Silos Córdoba S.L.U., por la que nuestros clientes, Grupo ITL, han presentado oferta para la adquisición de la unidad productiva.

Éstos son los planes de ITL para reflotar la emblemática Silos Córdoba si consigue comprarla

ABC ECONOMÍA, por Baltasar López

El Grupo ITL dispone de «proyectos en cartera» para mantener la capacidad de la planta ubicada en Rabanales 21 «al cien por cien durante cinco años»

Silos Córdoba, emblemático negocio de la industria local, vive unas horas que pueden ser decisivas para su futuro, tras llevar inmersa en un concurso de acreedores desde enero de 2021. Sobre la mesa está la oferta de ITL (grupo árabe, asentado en Dubái): asegura que cuenta con carga de trabajo para cinco años para esta firma que llegó a ser un nombre propio en el segmento de las estructuras de almacenamiento de grano.

Pero la administración concursal se opone al acuerdo entre ITL y los bancos acreedores para el reparto de los fondos que se ingresaran por la enajenación. Ha hecho otra propuesta, en la que las entidades financieras cobrarían menos y éstas la rechazan. Sin el visto bueno de la banca al planteamiento de distribución del dinero que se percibiera que hacen los actuales responsables de Silos (designados por la Justicia), la venta, cuya fecha tope de formalización es el 23 de enero, no se podrá formalizar, salvo que la Justicia establezca que la administración concursal debe variar su criterio. En este último escenario, el Juzgado de lo Mercantil debería optar por abrir un tercer proceso de enajenación o iniciar la venta por piezas de esta compañía.

Carlos Pavón (bufete Gaula, de Madrid), abogado de ITL, explica, en declaraciones a ABC que el interés de este grupo viene de lejos. Cuando Silos, ya atravesaba dificultades, este grupo, que era cliente de la firma cordobesa, ya se planteó la posibilidad de comprar, pero la operación no cuajó.


Los trabajadores se han concentrado para pedir a la administración concursal que permita la adquisición por ITL (grupo árabe, asentado en Dubái).

A ITL, sigue este letrado, la adquisición le encaja en su estructura, porque está en el «mercado de la maquinaria agrícola». Cuando representantes de esta compañía pudieron visitar las instalaciones de la firma cordobesa en Rabanales 21, explica, les pareció «muy interesante la maquinaria y la plantilla, con unos trabajadores muy cualificados».

Eso sí, Pavón advierte de que, a medida que va pasando el tiempo sin que esta firma encuentre comprador, «se degrada el valor de todo» en esta compañía cordobesa. Baste recordar que en la primera subasta que hubo por ella, ITL ofreció 11 millones —fue la ganadora y se le adjudicó la empresa en septiembre de 2022 pero desistió de ella al considerar que una parte importante de la maquinaria no se había inventariado correctamente—. En la segunda puja (la que está en marcha), su propuesta ha sido de unos 6,2 millones. Lo que no ha cambiado es su compromiso de mantener la plantilla de Silos, formada por medio centenar de trabajadores.

Un trabajador en la planta de Silos de Córdoba en Rabanales 21 en una imagen de 2017
Un trabajador en la planta de Silos de Córdoba en Rabanales 21 en una imagen de 2017 V. MERINO
Este abogado explica que este grupo árabe cuenta, de cara a un desembarco inmediato, si pudiera producirse, en la firma fabril ubicada en Rabanales 21, con «proyectos en cartera que puede asignar» a la planta cordobesa. «Con ellos, con la construcción de silos, hay trabajo para mantener la capacidad productiva al cien por cien durante cinco años», asegura. «ITL le ve recorrido a esta firma», asegura. Y eso va más allá de su salvación, porque, añade, es una compañía con «margen de crecimiento».

«ITL ya ha explicado a los trabajadores que tiene un nuevo organigrama para organizar la plantilla desde el minuto uno —profundiza—. Incluye como novedad algo que hasta ahora la compañía no ha tenido: que es un departamento de Recursos Humanos. «Y los empleados podrán participar de las previsiones que tiene ITL como inversor para hacer que crezca la capacidad productiva de Silos y que pueda ir más lejos que hasta ahora», avanza.

ITL considera «muy interesante la maquinaria y la plantilla, muy cualificada, de Silos Córdoba»

Con la segunda puja en vía muerta —la administración concursal ya ha advertido que considera que el acuerdo entre ITLy la banca no se ajusta a la normativa, postura que sólo podría modificar el Juzgado de lo Mercantil—, la Justicia tendrá que decidir si va a otro proceso de venta o a la enajenación por piezas. El deseo de ITL por hacerse con Silos Córdoba se mantendría incluso en esta vía.

«Nuestro cliente ha manifestado ya que, si la adquisición no pudiera ser en esta subasta y si hubiera una venta de bienes individuales, tiene interés en participar en la compra de los elementos individuales. El problema es que, para adquirir así la compañía, tendría que hacer ofertas por una instalación, por una máquina, por otra máquina, etc.», avanza Pavón. Ahora bien, advierte de que, si se llega a esa fase, relanzar la actividad de esta firma sería más difícil.

Diferencias con la administración concursal

Este letrado también aborda la colisión que ha habido entre la administración concursal e ITL sobre cómo se puede aplicar el artículo 214 de la ley concursal, relativo a la distribución de los fondos que se obtengan por la venta de una unidad productiva. «Es una cuestión de interpretación», señala y añade que «no entiendo por qué no acepta algo que es bueno para todos. Ésta es una operación importante para Córdoba y para salvar el empleo».

Redondeando cifras, ahonda en la estructura de su oferta. Unos tres millones de lo que desembolsaría este grupo de Dubái irían al «pago pendiente a terceros, como trabajadores o Seguridad Social». Y una cantidad similar se destinaría prácticamente íntegra a pagar la deuda con la banca, que ha dado su visto bueno a este modelo de reparto de ingresos. Pero, sigue Pavón, la interpretación que hace la administración concursal es «más restrictiva», defendiendo que a las entidades financieras les correspondería «percibir 1,8 millones».

Los actuales responsables de Silos, designados por la Justicia, ya han advertido de que consideran que «la única interpretación que cabe» del artículo de marras es la que ellos hacen, para poder defender adecuadamente a «todos los acreedores».

El abogado de este grupo finalizó reseñando el episodio vivido en la primera puja, cuando esta compañía acabó desistiendo de la adquisición de la firma cordobesa pese a ganar la subasta -ahora está abierta la segunda subasta-. Justifica aquella decisión explicando que «ITL no tuvo acceso a toda la información». Cuando pudo realizar «una ‘due diligence’ [una auditoría]» detectaron obstáculo para la adquisición definitiva. «Identificamos que había una parte importante de la maquinaria que no se había inventariado correctamente», precisa y «hubo algún que otro problema». Al final, este grupo acabó descartando en ese momento la compra de Silos.