La constructora Coprosa entra en concurso de acreedores tras no conseguir financiación

Construcciones y Promociones S. A. (Coprosa) ha solicitado ante los Juzgados de lo Mercantil de Oviedo su entrada voluntaria en concurso de acreedores, con la finalidad de salvaguardar de la mejor forma posible los intereses de todas las partes afectadas, según un comunicado de la propia compañía.

La empresa está al día en el pago de las nóminas y obligaciones con la Hacienda Pública y la Seguridad Social. Además, prevé continuar con la marcha ordinaria de su actividad empresarial, ya que en la actualidad cuenta con obra contratada que supera los cien millones de euros.

Coprosa propondrá a sus acreedores un convenio que le permita superar las tensiones temporales de liquidez que soporta en la actualidad y, de este modo, continuar con el desarrollo de su negocio.

Al mismo tiempo, la compañía continúa en contacto con todas sus entidades financieras acreedoras, con el objetivo de culminar con éxito las negociaciones de refinanciación que mantienen desde hace varios meses.

Coprosa había entrado en preconcurso el pasado mes de noviembre, a raíz de importantes impagos en obras de Catar y Egipto.

Más tarde, en diciembre de 2017, la compañía trabajaba para reestructurar su deuda con la venta de dos de las cuatro torres que componen el complejo residencial de Montenuño con el fin de generar liquidez y así solucionar los problemas generados por por los impagos que en esas fechas ya se encontraban en vía judicial.

Desde la presentación del preconcurso en noviembre de 2017, ha estado negociando con los acreedores, según establece la ley concursal. Sin embargo, no ha conseguido un acuerdo para refinanciarse, por lo que debe entrar en la tramitación del concurso de acreedores.

Además de en Asturias, Coprosa cuenta con delegaciones en Valladolid, Madrid, Doha (Qatar) y Varsovia (Polonia).

Coprosa fue fundada en Oviedo en el año 1976. En sus primeros pasos tuvo una actividad principalmente centrada en obra ferroviaria y edificación.

 

Fuente: Expansión