El grupo Postquam se adjudica por 505.000 euros la marca Caramelo en concurso de acreedores

Hay vida después de la liquidación para la marca Caramelo, aunque será fuera de Galicia.

La emblemática enseña de moda gallega seguirá existiendo en manos de nuevos dueños tras celebrarse la subasta en el marco del proceso concursal de la compañía, en fase de liquidación.

Hasta cinco interesados presentaron sus respectivas ofertas en el juzgado de A Coruña por la marca, dentro la fase final del proceso de subasta que se abrió hace cinco meses. Fue una subasta inesperadamente reñida, que empezó con 120.000 euros como precio de salida y terminó disparando el valor de Caramelo hasta los 505.000 euros, que fue la máxima oferta presentada por el grupo Postquam Cosmetic. El juzgado ha dado 5 días de plazo para presentar alegaciones.

El dinero obtenido fruto de la subasta se destinará al proceso concursal, para sufragar las deudas en función de la prioridad de cobro prevista en la Ley Concursal.

El administrador concursal habría fijado inicialmente el valor de la marca Caramelo, en dos millones de euros, sin embargo en el sector no se esperaba que el valor de adjudicación superara los 100.000 euros.

Caramelo fue enseña de la moda gallega, a manos de un grupo que vende fuera de España el 60 % de su producción.

Después de un cambio de manos en el 2007, de superar el concurso de acreedores en el 2014 y resurgir como una empresa más pequeña -con menos plantilla y menos tiendas-, Caramelo pedía la liquidación en el mismo juzgado de lo Mercantil de A Coruña que abordó su suspensión de pagos hace exactamente un año.

La empresa fue víctima de una conjunción de factores que afectaba igualmente a otras firmas textiles de perfil similar. La reducción del consumo en España, la climatología cambiante y los nuevos hábitos de compra por Internet y el outlet. También se ha visto perjudicada por su dependencia del mercado interior, tras no alcanzar el plan de internacionalización que había anunciado.

La firma había alcanzado un convenio conn sus acreedores con una quita del 80 % de su pasivo de 100 millones y un período de carencia de tres años. A partir del 2017 tenía que afrontar los primeros pagos, y eso también ha podido pesar en el ánimo de ir a una liquidación, con una deuda ahora de unos 20 millones de euros.

La liquidación de Caramelo conlleva el despido de 169 empleados repartidos entre servicios centrales, las tiendas de España (nueve) y Marruecos (dos establecimientos en Tánger y Casablanca) y los córner de El Corte Inglés.

Fuente: La Voz de Galicia