PRECONCURSO
El preconcurso, anteriormente conocido como “5 bis”, por referencia al artículo que lo regulaba, otorga una protección al deudor frente a sus acreedores por un plazo determinado, a fin de que pueda llevar a cabo una negociación con sus acreedores que le permita reordenar los pagos pendientes y eludir, si fuera posible, el inicio de un proceso concursal.
La figura del preconcurso permite al deudor proteger su patrimonio empresarial frente a ejecuciones judiciales por parte de sus acreedores para evitar embargos sobre los bienes y derechos que sean necesarios para su actividad empresarial.
Esta protección preconcursal otorga a la empresa con deudas la capacidad de reorganizarse y entablar negociaciones con sus acreedores. A su vez, la protege de que los acreedores inicien ejecuciones, y paraliza las ejecuciones que ya estuvieren en curso (incluyendo la subasta de bienes previamente embargados).