La empresa Cárnicas Dapena adquirió en subasta el único matadero industrial Monforte, gestionado anteriormente por la firma Mafrilemos.
El proceso de liquidación del Matadero Frigorífico de Lemos fue promovido por la propia empresa que solicitó a principios de 2016 su entrada en concurso por segunda vez.
Mafrilemos dejó de ingresar dos millones de euros por ventas de carne a clientes de fuera de Monforte que no le serían abonadas finalmente.
Al problema de los impagos se habría sumado la negativa de una entidad bancaria a refinanciar la deuda del matadero en las condiciones que se habían hablado inicialmente.
Ambas circunstancias empujaron a la empresa a ponerse de nuevo en manos de la administración concursal.
El matadero de Monforte ya había entrado en concurso de acreedores, de forma voluntaria, en el año 2011. Entonces se llegó a un acuerdo con los acreedores que permitió que la actividad se mantuviera a través de un convenio de acreedores.
El matadero funcionaba en aquel momento con normalidad, aunque los trabajadores tenían varias nóminas pendientes de pago. La entrada en concurso era, a juicio del regidor, la única alternativa intentar salvar la empresa. Sin embargo, el inicio del procedimiento en 2016 dio paso a la liquidación de la compañía.
La empresa se instaló en Monforte en 1998 para sustituir al antiguo matadero local, que cumplía los requisitos exigidos por la Unión Europea.
Los problemas económicos de Mafrilemos comenzaron en el 2009 coincidiendo con una caída de ventas y de ingresos. El año anterior, sin embargo, ocupaba el tercer puesto entre las empresas de la comarca con mayor volumen de facturación, que se elevaba entonces a unos diecisiete millones de euros.
En esa época, la lentitud con la que se desarrollaba el proceso concursal impedía a estos empleados empezar a tramitar sus reclamaciones ante el Fondo de Garantía Salarial, al que ya habían recurrido para cobrar nóminas pendientes tras la entrada en concurso del 2011.
A la subasta, que se inició con un precio de partida de 400.000 euros, se presentaron solamente dos postores. Cárnicas Dapena se adjudicó el matadero por 1.201.000 euros. El otro postor llegó a ofrecer hasta 1.200.000 euros.
La empresa que se hizo cargo de las instalaciones de Monforte regenta otro matadero en Rábade.